Viviendo entre el arte y la esclerosis múltiple
Sanar, capa por capa
A veces, la sanación no llega con grandes gestos, sino que se despliega en silencio, una capa a la vez. Golden Gaze nació de uno de esos momentos, cuando finalmente vi mi reflejo no como debilidad, sino como transformación.
Vivir con esclerosis múltiple ha cambiado el ritmo de mis días, pero también ha profundizado mi conexión con el arte. Algunas mañanas comienzan más despacio; mis manos se mueven de otra manera, aunque mi creatividad fluye con más intención. A través de la pintura, descubrí que sanar muchas veces se esconde en los gestos más pequeños: en el movimiento del pincel, en la paciencia de las capas o en el valor de comenzar de nuevo.
Aunque mi cuerpo a veces pide descanso, mi arte me mantiene con los pies en la tierra. Me permite expresar lo que las palabras no siempre pueden contener: la resiliencia, la incertidumbre y la gratitud. El arte se convirtió en un espejo que no refleja lo que he perdido, sino lo que sigo redescubriendo dentro de mí.
Crear con paciencia y presencia
El proceso de Golden Gaze se sintió como una meditación en movimiento. Comencé con collage y gesso para construir textura y profundidad, dejando fragmentos expuestos como suaves recordatorios de la imperfección. Luego añadí pigmentos en polvo activados con agua, dejándolos fluir libremente, casi como pensamientos buscando dirección.
Después, los acrílicos dieron forma a su figura, mientras que el óleo suavizó las transiciones, aportando calidez y brillo a su piel. Los tonos dorados se transformaron en símbolos de luz después de la oscuridad, prueba de que, incluso con limitaciones, la creatividad siempre encuentra su camino.
El poder de mirar hacia adelante
Sus ojos verdes rodeados de girasoles, representan la fuerza de mirar hacia el futuro a pesar de la incertidumbre. Cada pétalo refleja el valor de volver a erguirse, sin importar cuántas tormentas hayan pasado. Con esta pieza, quise capturar ese instante en el que el dolor se convierte en paz, cuando finalmente entiendes que tu historia sigue brillando.
Una invitación a pausar y reflexionar
Golden Gaze nos recuerda que la belleza a menudo comienza cuando decidimos desacelerar. Así que respira, permítete descansar y recuerda: tu luz interior nunca se apaga; solo espera el momento de regresar.
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