Viviendo entre el arte y la esclerosis múltiple
Hay historias que se quedan debajo de la piel.
Emociones que no se dicen en voz alta.
Y hay días en los que el silencio pesa demasiado.
En esos momentos, no pinto para escapar. Pinto para estar presente.
Así comenzó Layers that Speak.
No con un plan. No buscando perfección. Nació de una necesidad muy real de soltar.
Capas de vida, no solo de pintura
Cada trazo salió de una emoción que llevaba cargando.
No intenté controlar el resultado.
Simplemente seguí lo que mi corazón necesitaba expresar.
Al principio, solo quería liberar.
Con el tiempo, entendí que la pintura también me estaba guiando con suavidad hacia la recuperación.
Con cada capa, solté inseguridades, culpas silenciosas, heridas antiguas y también victorias que nunca celebré.
El lienzo se convirtió en testigo de esa transformación interna.
Y en medio de todo, surgió algo hermoso: la honestidad.
El crecimiento no siempre ocurre donde otros pueden verlo.
Muchas veces florecemos en silencio.
Pintar como forma de escucharme
Más allá de expresarme, este proceso me ayudó a escucharme de nuevo.
No tuve que explicarme ni justificar lo que sentía.
Las texturas cargaron lo que no dije.
Los colores expresaron lo que aún no sabía cómo nombrar.
La obra creció lentamente, como crecemos nosotras: paso a paso, en quietud, incluso entre lágrimas.
¿Por qué podría hablarte a ti también?
Esta obra no grita.
Pero si al verla algo se mueve dentro de ti, no es casualidad.
Tal vez tú también has crecido en silencio.
Tal vez has tenido que ser fuerte sin aplausos.
Si es así, esta obra te reconoce.
Es un espacio. Un recordatorio. Un abrazo visual.
¿Sientes que podría acompañarte?
Layers that Speak está disponible.
Si crees que podría ser parte de tu espacio, de tu historia, me encantaría conversar contigo.
Sin presión. Solo una conexión entre dos historias que se reconocen.
Estoy aquí para mostrarte más.
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Versión en inglés aquí.
