Viviendo entre el arte y la esclerosis múltiple
Del diagnóstico al descubrimiento
Vivir con esclerosis múltiple transformó cada parte de mi vida: mi ritmo, mis límites y la manera en que entiendo la fortaleza. Al principio, sentir que perdía el control de mi cuerpo fue como perder el control de mí misma. Sin embargo, con el tiempo, el arte se convirtió en mi ancla. Me ofreció un espacio para respirar, reconstruirme y reconectarme con lo esencial.
In Her Quiet Bloom, una obra en medios mixtos dentro del realismo abstracto, nació de ese delicado punto entre el miedo y la aceptación. A través de ella, quise capturar a una mujer que irradia calma y, al mismo tiempo, una fuerza interior inquebrantable. Su piel dorada por el sol y el gran hibisco naranja simbolizan la vitalidad, la resiliencia y el poder silencioso de florecer desde el dolor.
Capas que hablan de sanación
Cada capa de esta pintura tiene un significado. Primero trabajé con collage, para crear profundidad y anclar la figura. Luego, la acuarela aportó emoción fluida, mientras que el acrílico trajo estructura y claridad. Finalmente, el óleo unificó todo, suavizando bordes e imperfecciones. En conjunto, estos materiales se volvieron una metáfora de mi propio camino: irregular, complejo y maravillosamente inacabado.
Mientras pintaba, entendí que sanar no ocurre una sola vez; sucede una y otra vez. Cada trazo, cada pausa y cada decisión de continuar se convirtieron en actos de esperanza. En lugar de resistir lo que no podía controlar, aprendí a fluir con ello. Y en ese fluir encontré paz, aceptación y una nueva manera de transformar el dolor en arte.
Abrazar la belleza en la quietud
In Her Quiet Bloom celebra la fortaleza que nace en el silencio. Incluso cuando la vida nos obliga a detenernos, la belleza sigue creciendo dentro de nosotras. Con paciencia redescubrimos quiénes somos, y con valor aprendemos a sanar desde adentro.
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