Viviendo entre el arte y la esclerosis múltiple
Confiar en el proceso, confiar en mí
La creación de The Color of Her Bold Soul comenzó con un acto silencioso y valiente: confiar. No solo en el proceso artístico, sino también en todo lo que he llegado a ser como mujer que ha atravesado etapas de cambio, desafío y redescubrimiento. Esta obra cuenta una historia que va mucho más allá del lienzo.
Muestra a una mujer de talla grande con los ojos cerrados y una corona pintada de tres flores sobre su cabeza: dos amarillas y una rosa. Su expresión es serena, pero transmite una fuerza inconfundible. No es una quietud vacía, sino la calma que llega cuando finalmente nos aceptamos, sin condiciones.
Soltar el control y dejar que el fluir guíe
Trabajé con capas de papel, gesso, pigmentos y tintas acrílicas. En lugar de planificar cada movimiento, dejé que el agua me guiara. Y, sinceramente, fue liberador. Cada capa se convirtió en un reflejo de confianza, en un acto de soltar el control y creer que la belleza encontraría su camino.
Esa misma confianza se transformó en textura, emoción y color. ¿Qué resalta más? Sus labios rojos e intensos. Ese simple gesto—un labial rojo—nos recuerda lo radiantes que somos. Aunque no haya espejos, aunque los ojos estén cerrados, el brillo nace desde adentro.
Un reflejo de nuestro fuego interior
Esta obra me habla como mujer que ha vivido pérdidas, diagnósticos, nuevos comienzos y pausas prolongadas. Pero quizás también te hable a ti. Porque no importa en qué momento de la vida estés, mereces sentirte completa, radiante y suficiente, tal como eres.
Florecer no es algo que sucede solo en primavera. Florecer es recordar, incluso en medio del cansancio, que tu esencia no necesita permiso para brillar.
¿Lista para abrazar tu alma valiente?
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(Versión en inglés.)
