Viviendo entre el arte y la esclerosis múltiple
Un retrato enraizado en la luz
Esta semana te presento Sunlit Gaze, una obra en técnica mixta de 12 x 12 pulgadas que celebra la luz interior, la resiliencia y la feminidad. En el centro, una mujer de talla grande posa junto a dos girasoles vibrantes. Su cabello castaño con tonos ámbar resplandece en armonía con sus ojos color almíbar y sus labios rosados. Pero más allá de su apariencia, es su presencia la que te atrapa: una confianza serena que se siente firme y luminosa a la vez.
Esta pintura habla directamente a mujeres comunes, especialmente aquellas entre 25 y 65 años, que están recuperando su valor, redefiniendo la belleza desde su propia mirada y aprendiendo a dejarse ver por completo.

Capas que cuentan una historia
El proceso creativo de Sunlit Gaze refleja la profundidad emocional que encierra. Comencé superponiendo papel y yeso para construir una base con textura, viva y auténtica. Luego apliqué tintas acrílicas, dejando que los colores fluyeran con libertad y se mezclaran de forma orgánica. Finalmente, añadí gel sticks, pigmentos cremosos y densos, que aportaron contraste, luz y vida.
Cada material tenía su propia energía. La textura ofrecía arraigo, las tintas fluidez, y los gel sticks claridad. Juntos, evocaban ese mismo proceso que vivimos al quitar capas: descubrir quiénes somos debajo de las expectativas y el ruido externo.
El poder simbólico del girasol
Los girasoles tienen un simbolismo profundo y duradero. Siguen al sol con devoción, pero también saben crecer cuando falta la luz. Por eso son símbolos poderosos de esperanza y resiliencia. En Sunlit Gaze, los dos girasoles no son solo fondo decorativo: son compañeros en el camino de esta mujer. Reflejan su fuerza, su suavidad y su capacidad de brillar desde adentro.

Su posición en la composición refleja cómo crece el amor propio: no de golpe, sino en momentos silenciosos, en compañía de la vulnerabilidad.
Una voz dentro de la colección Golden Bloom
Esta obra forma parte de la subcolección Golden Bloom, donde los elementos florales y la fuerza femenina se entrelazan. Cada pieza en esta serie explora una faceta distinta del florecer: la autoaceptación, la sanación, la transformación. Sunlit Gaze es una meditación visual sobre lo que significa enraizarnos en nuestro propio valor, sin importar cómo nos vea el mundo.
Esta colección nos recuerda que la belleza no es una recompensa; es un regreso a la verdad de quienes somos. Y ese regreso muchas veces comienza en la quietud y la ternura.

Un recordatorio de dejarte ver
Ya sea que estés floreciendo con fuerza o apenas comenzando a girarte hacia la luz, Sunlit Gaze tiene un espacio para ti. Es una obra que no exige perfección, solo invita a la presencia.
Permite que esta pieza te recuerde que tu historia, tu cuerpo, tu esencia, todo en ti, merece ser visto. A veces, lo más valiente que podemos hacer es simplemente permitirnos aparecer tal como somos. Y eso, también, es una forma de florecer.

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Versión en inglés.