Viviendo entre el arte y la esclerosis múltiple
Vivimos en un mundo que nos empuja a hacer más, a ir más rápido, a ser mejores. Tal vez, el acto más valiente sea simplemente detenerse… y sentir.
Eso fue lo que me regaló esta obra: el permiso para florecer lentamente. Sin rendir cuentas. Sin apresurar el proceso. Solo ser.
A veces buscamos la transformación en momentos grandes. Pero el crecimiento real suele suceder en silencio, entre pausas. En esos espacios tranquilos donde volvemos a encontrarnos con nuestra verdad, capa por capa.
✨ Un espejo para reconectar contigo
Rooted on Her Light no es solo una pintura. Es un espejo. Un espacio para recordar que estar quieta no es estar estancada. Que tu valor no se mide por lo que produces, sino por lo profundamente que existes.
Esta mujer de talla grande, con los ojos cerrados y enmarcada por girasoles dorados, me enseñó algo radical:
No necesitas ser “arreglada” para ser valiosa.
No tienes que cambiar para merecer amor.
Solo necesitas espacio para respirar y existir.
Sus labios pintados en rosa vibrante, sus rizos oscuros y su presencia serena dicen más que mil palabras. Ella no está buscando atención. Solo es. Y en ese ser, hay fuerza.
El fondo fluye con colores que no intenté controlar. Los dejé moverse libremente, como emociones que por fin encuentran espacio. En esa libertad, el lienzo cobró vida. Y en el proceso, surgió algo profundamente honesto.
💛 ¿Qué puede ofrecerte esta obra?
Tal vez la coloques en un rincón especial de tu casa, recordándote que lo suave no es débil.
Tal vez refleje tu historia: tu fuerza, tus pausas, tu belleza.
Es probable que sea el aliento que una amiga necesita cuando todo a su alrededor hace ruido.
Este arte no grita. Escucha. Sostiene. Y, sobre todo, te recuerda que tu proceso —tal y como es— tiene valor.
🎁 Un regalo con significado
A partir del 1 de julio de 2025, cada compra de $50 o más incluirá tarjetas de arte inspirada en esta obra y en otras de la colección Flourish from Within. Un recordatorio de que, incluso en silencio, estás floreciendo. De que, aunque nadie te mire, tu luz sigue creciendo.
Guárdala para ti o regálasela a alguien que también esté atravesando su propio proceso. Porque el florecimiento lento y suave también merece celebrarse.
Versión en inglés.
