Viviendo entre el arte y la esclerosis múltiple
Hay etapas en la vida en las que las palabras no alcanzan. Momentos en los que todo dentro de ti se siente disperso, pero algo en tu interior sigue buscando sentido.
Para mí, ese algo fue el arte. No vino con respuestas, sino con un espacio para sentir, soltar y reconstruirme. Así nació Layers of Her Bloom: como un reflejo de todo lo que he vivido y de todo lo que sigo llegando a ser.
El arte se volvió mi lenguaje de amor propio y autoaceptación.
Cuando florecer no se ve bonito
Las redes sociales nos muestran flores perfectas y vidas perfectamente ordenadas. Pero florecer no siempre es elegante.
Mi propio florecer comenzó entre lágrimas, diagnósticos, duelos silenciosos y días en los que levantarme de la cama era un reto. Aun así, algo dentro de mí buscó el lienzo. No pintaba porque me sintiera fuerte, sino porque necesitaba sobrevivir. Porque a veces, sostener un pincel era la única forma de sostenerme a mí misma. Así descubrí la sanación a través del arte.
Cada capa tiene una historia
Esta obra contiene papeles superpuestos, trazos sueltos y texturas ásperas. No es pulida, ni tenía que serlo. Cada elemento guarda una parte de mi historia: los momentos de duda, la resiliencia silenciosa, la decisión de existir más allá de etiquetas o expectativas.
El proceso fue crudo e intuitivo, y a través de él empecé a verme de otra manera: como alguien con capas, en evolución, completa. Aquí es donde el arte y la autoaceptación se encuentran.
El arte como espejo y refugio
Pintar se convirtió en mi manera de decir: “Estoy aquí. Y a pesar de todo, florezco”. No se trata de negar el dolor, sino de aprender a habitarlo de otra forma. De transformar lo invisible en algo bello.
A través del arte encontré un lugar donde no tenía que explicar mi dolor, solo expresarlo. Y en esa expresión, encontré sanación. Sanar a través del arte me ha enseñado a elegirme con amor, incluso en los días más difíciles.
Tu historia también merece florecer
Tal vez estás atravesando una etapa difícil. O quizás apenas comienzas a sanar y a redescubrirte. Estés donde estés, tu camino importa. Este espacio, y esta obra, son una invitación a mirarte con ternura, a honrar cada parte de ti, incluso aquellas que todavía están en proceso.
Tu historia, como la mía, también merece florecer a su manera y a su tiempo. Deja que el arte sea parte de tu camino de sanación, un espejo de tu autoaceptación.
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(Versión en inglés)
